martes, 11 de agosto de 2009

Los juzgados funcionan

La foto fue utilizada con el consentimiento del autor.

Por: Miguel Ángel Albizures

Cuando se trata de amiguismos, de servir a sus compañeros de oficina o para ver qué raja sacan, los jueces y juezas actúan diligentemente, aunque para ello hagan caso omiso de aspectos que les ayudan a mejor fallar, y hasta utilizan el articulado referente a derechos humanos para violar los derechos de otro ciudadano, como Raúl Figueroa Sarti, quien fue sorprendido en su buena fe por un trabajador del Organismo Judicial que pretendía Q70 mil de indemnización por la publicación de una foto que él mismo autorizó verbalmente, tal como le consta al fiscal auxiliar del Ministerio Público (MP), Byron Waldemar Pinto Hernández, quien dio curso a la denuncia.

El comisario del Tribunal Cuarto de Sentencia Penal del Organismo Judicial, Mardo Arturo Escobar, quién sabe con qué fines, trata de dañar la trayectoria de Raúl Figueroa Sarti quien, a través de la Editorial F&G Editores, ha venido sirviendo al pueblo de Guatemala, no sólo con la edición de importantes libros que recogen la historia trágica de nuestro país, sino también en la organización de la Feria Internacional del Libro que anualmente se realiza. Ni lentas ni perezosas, como es la costumbre en los tribunales y también de muchos fiscales del Ministerio Público, las juezas Rosa María López Yumán, Magda Elizabeth Pérez Arana y el juez José Castro Linares, que integraron el tribunal, emitieron un fallo a todas luces injusto contra Figueroa Sarti, para favorecer a uno de sus compinches que, en busca de notoriedad, miente descaradamente negando haber autorizado la publicación de una foto. Lo mismo se puede decir del auxiliar fiscal que tiene en sus manos denuncias por piratería que le han presentado otros editores, pero que –maliciosamente– las ha engavetado, pero en este caso ni siquiera hizo una investigación exhaustiva, ni presentó todo lo que le consta del caso, pues sabe perfectamente que la utilización de la foto fue con el consentimiento del autor, al cual Figueroa Sarti le dio los debidos créditos e incluso ejemplares del libro en donde se publicó.

Está claro que no sólo hay que reivindicar el prestigio de un ciudadano como Raúl Figueroa Sarti y su proyecto editorial, sino también sentar precedentes para que los trabajadores del sector justicia sean profesionales y no se permita este tipo de maniobras que debilitan el sistema. Nuestra solidaridad y apoyo con Figueroa Sarti, nuestra exigencia al Fiscal General y a la Supervisión General del MP para que se investigue al fiscal encargado, así como al Organismo Judicial y a la Supervisión de Tribunales por que se revoque un fallo viciado y se investigue a los tres jueces que lo emitieron.

Publicado en "El Periódico", 11 de agosto de 2009: http://elperiodico.com.gt/es/20090811/opinion/109984/

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